Desde el despido de Ícaro en marzo, la lucha ha sido continua en la fábrica. Un grupo de seis trabajadores fueron a la huelga pero les despidieron. También han sido llevados a cabo otros despidos; en noviembre, la fábrica echó a 40 personas y amenazó con cerrar sus puertas. Ahora Ícaro está acusado de difamación contra la empresa, lo que es un cargo criminal en Brasil. Su juicio será el viernes, 14 de diciembre en Minas Gerais, Araxá.